El mito se transforma en arte
Obra de Gema Rupérez. Fuente: ruperezgema.blogspot.com
La historia de Apolo y Dafne es más que conocida. Él se enamora de ella.Ella le rechaza. Pero entre dioses los desamores terminan de forma distinta.
Eros fue el culpable, en parte, de que Apolo se enamorara platónicamente de la ninfa. Le disparó con una flecha de oro que reorientó los sentimientos del dios de los arqueros y la música. Por su lado, Dafne le respondió con una flecha de plomo, símbolo del rechazo por su amor. Ante la insistencia de Apolo, Dafne se refugió en su padre, dios del río, quien transformó a la bella ninfa en laurel. Apolo nunca la pudo alcanzar.
A pesar de ser un mito más que conocido y difícil de reinterpretar, la joven artista Gema Rupérez ha sabido explotarlo en su última obra. Mediante la pintura y unas complejas pero interesantes instalaciones técnicas, la zaragozana exprime al máximo este mito y lo impregna de personalidad. Difícil de entender y analizar. Requiere tiempo, paciencia y observación para relacionar una fábula compleja con objetos y pinturas.
Con un estilo juvenil, fresco, sencillo, moderno, alternativo y, sobre todo, personal, las obras de Gema despiertan la atención de todos ante la remezcla de objetos y materiales que utiliza en sus obras y es que: “el diálogo que establecen los objetos descontextualizados, juega con las intenciones de la apariencia y el significado. La complicidad recae en el espacio donde sitúo los acontecimientos. Organizo los escondites que después destapan las miradas ajenas. Es una intrusión por los tejidos, que funcionan a modo de veladuras”.
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